La experiencia de los centros Dilaasa subraya la importancia de prestar servicios de VCM de manera continua en los hospitales, incluso durante una pandemia, y el reconocimiento de la VCM como un problema de salud pública.
En los últimos meses, la pandemia de COVID 19 ha provocado muertes, estragos en la vida, pérdida de ingresos e incertidumbre en todo el mundo. Si bien el confinamiento como estrategia de salud pública ayuda a contener la propagación de la infección, también interrumpe el acceso a los servicios de violencia contra las mujeres (VCM). Como ha sucedido en otros países, la Comisión Nacional para la Mujer de India reportó un aumento en el riesgo de violencia contra las mujeres.
Los sistemas de salud continúan siendo un punto de contacto importante para las sobrevivientes de la VCM y es imperativo que reciban presupuestos adecuados, infraestructura apropiada, personal capacitado y equipos con recursos para brindar servicios de intervención psicosocial en crisis. El hecho de continuar ofreciendo activamente servicios de intervención en entornos de atención a la salud durante la crisis de COVID, transmite el mensaje vital de que la VCM durante una crisis humanitaria requiere atención inmediata y continua.
Adaptar los servicios para seguir funcionando durante el confinamiento
Dilaasa, un programa de intervención en crisis para sobrevivientes de VCM en Mumbai, está haciendo esfuerzos para mitigar el impacto de la violencia durante la pandemia. A través del Mercado de Desarrollo del Banco Mundial/SVRI 2019: Innovaciones para abordar la violencia de género, investigadoras/es del Centre for Enquiry into Health and Allied Themes (CEHAT) han estado estudiando la ampliación de los centros Dilaasa, un programa insignia establecido en hospitales del Ministerio de Salud y Bienestar Familiar.
En Mumbai, tanto los centros Dilaasa como los servicios de la línea de ayuda, fueron reconocidos como “Servicios Esenciales” y pudieron permanecer abiertos durante el confinamiento. Sin embargo, el confinamiento significó que los servicios de los centros tuvieran que adaptar sus métodos para adaptarse al nuevo entorno. Si bien los servicios de apoyo psicosocial en los hospitales públicos continuaron funcionando, se introdujo la asesoría a distancia para quienes no podían acceder en persona a los servicios. También se establecieron contactos con refugios para permitir el acceso de las mujeres cuya seguridad estaba en riesgo. Otras medidas incluyeron convenios con la policía para otorgar permisos de viaje de emergencia para las mujeres, movilización con los proveedores de transporte privados y colaboración con los comités de vivienda comunitaria para ayudar a las mujeres que enfrentaban violencia.
Reporte de niveles, tipos y respuestas a la VCM durante el confinamiento
Entre abril y julio de 2020, los centros Dilaasa en 13 hospitales ayudaron a 495 sobrevivientes de VCM y violencia contra niños. Estos números son menores en comparación al número habitual de mujeres que buscaron servicios antes de COVID. La mayoría de las sobrevivientes fueron adultas; 75 mujeres llegaron a los hospitales con diferentes problemas de salud como resultado de la violencia, mientras que la policía llevó a 14 sobrevivientes de violación para recibir atención médico-legal. Otras 3 sobrevivientes de violación llegaron a los hospitales en busca de servicios de aborto. Cuatrocientas tres sobrevivientes buscaron servicios por vía telefónica. El quince por ciento (15%) de las sobrevivientes sufrió agresiones físicas graves que resultaron en cortes, contusiones, y lesiones en la cabeza, todo lo cual requirió atención médica. Si bien la experiencia de la violencia es anterior a la pandemia, las sobrevivientes reportaron mayores restricciones en cuanto a movilidad y comunicación. Las/os consejeras/os facilitaron el traslado a lugares seguros , a menudo con parientes, y en algunos casos a servicios formales de refugio.
El sexo forzado, la negociación con la pareja para tener sexo seguro, el abuso físico y el abuso verbal fueron las principales preocupaciones expresadas por las mujeres que utilizaron los servicios de orientación por teléfono. Negociar con la pareja para tener sexo seguro resultó ser un desafío para las sobrevivientes. Aun cuando las/os consejeras/os se ofrecieron a hablar con las parejas de las víctimas, era preciso que la/el consejera/o manejara el problema con un alto nivel de habilidad. En un caso, cuando la mujer se negó a tener relaciones sexuales, el abusador caminó por la casa completamente desnudo y se negó a usar ropa. Cuando la mujer lo increpó, él la golpeó tanto que ella tuvo que ir al hospital más cercano para que le suturaran las heridas. La víctima manifestó que no quería quedarse con el abusador y se negoció un traslado seguro a casa de su hermano.
En otro caso, el abuso verbal constante y las amenazas de ser expulsada de la casa llevaron a una mujer a caminar casi 10 kilómetros para llegar a casa de sus padres. Ella tuvo que dejar a su bebé dado que no había servicios de transporte durante el confinamiento. Ya estando con sus padres, se comunicó con Dilaasa manifestando el deseo de llevar a su bebé a un lugar seguro. Negociaciones con la policía, una solicitud de permiso para viajar y la participación de altos funcionarios de la policía ayudaron a que el bebé fuera reunificado con su madre.
Desafíos para tener acceso a servicios durante el confinamiento
Aunque es bien sabido que un enfoque multisectorial es más efectivo, especialmente en crisis humanitarias, la colaboración entre sectores fue limitada durante el confinamiento. Los servicios críticos como los refugios, centros integrales, la policía y los servicios legales no tenían protocolos conjuntos para brindar servicios seguros. Por ejemplo, un reporte de prueba COVID es obligatorio antes de la entrada en los refugios en toda la India; sin embargo, dichas pruebas son costosos y están fuera del alcance de la mayoría de las mujeres. La mayoría de los centros integrales – que son servicios gestionados por el Departamento de Mujeres y Niñas/os – tenían miedo de admitir mujeres en sus refugios temporales por temor a la infección de COVID. La policía no tenía la capacidad ni la disposición para responder a los informes de VCM, y varias mujeres revelaron que ni siquiera podían registrar sus denuncias ante la policía.
La necesidad de respuestas multisectoriales
La experiencia de los centros Dilaasa subraya la importancia de prestar servicios de VCM de manera continua en los hospitales, incluso durante una pandemia, y el reconocimiento de la VCM como un problema de salud pública. Una respuesta multisectorial a esta pandemia habría aumentado el apoyo a las sobrevivientes a través de un conjunto de servicios de red eficaz y coherente.
Referencias
- India witnesses steep rise in VAW amidst the lockdown, 587 complaints received: NCW [India es testigo de un fuerte aumento de la violencia contra la mujer en medio del confinamiento, 587 denuncias recibidas: Comisión Nacional para la Mujer de India]. The Economic Times. Recuperado el 17 de abril de 2020 en: https://economictimes.indiatimes.com/news/politics-and-nation/india-witnesses-steep-rise-in-crime-against-women-amid-lockdown-587-complaints-received-ncw/articleshow/75201412.cms
- Municipal Corporation of Greater Mumbai. (2015). Health services [Servicios de Salud]. Recuperado en: https://portal.mcgm.gov.in/irj/go/km/docs/documents/MCGM%20Department%20List/Public%20Health%20Department/RTI%20Manuals/Health%20Info%20Eng.pdf
- Peterman, A., Potts, A., O’Donnell, M., Thompson, K., Shah, N., Oertelt-Prigione, S., & Gelder, N. V. (2020). Pandemics and violence against women and children [Pandemias y violencia contra mujeres y niñas/os]. Centre for Global Development, Working paper 528. Recuperado en: https://www.cgdev.org/sites/default/files/pandemics-and-violence-against-women-and-girls.pdf
- UN backs global action to end VAW and girls amid COVID-19 crisis [La ONU respalda la acción mundial para acabar con la VCM y niñas en medio de la crisis del COVID-19]. UN News. Recuperado el 6 de abril de 2020 en: https://news.un.org/en/story/2020/04/1061132
- UN Women. (2020). COVID-19 and violence against women and girls: addressing the shadow pandemic [COVID-19 y la violencia contra las mujeres y las niñas: abordar la pandemia en la sombra]. Policy brief no. 17. Recuperado en: https://www.unwomen.org/-/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2020/policy-brief-covid-19-and-violence-against-women-and-girls-en.pdf?la=en&vs=640
Colaboradoras del Blog: Sangeeta Rege, Padma Bhate Deosthali, Sujata Ayarkar, Anupriya Singh, Anagha Pradhan y el equipo de Dilaasa.
- Sangeeta Rege es Coordinadora de CEHAT y se dedica a la investigación, promoción e intervención para la respuesta a la VCMN por parte de los sistemas de salud.
- Padma Bhate Deosthali es investigadora independiente, Asesora de rango superior de CEHAT y Consultora de CARE Bihar.
- Sujata Ayarkar y Anupriya Singh son consejeras de crisis que responden a VCM/N.
- Anagha Pradhan es una funcionaria de rango superior de investigación que implementa respuesta integral de atención médica a la VCM en los hospitales públicos de Mumbai.
Por Sangeeta Rege, Padma Bhate Deosthali, Sujata Ayarkar, Anupriya Singh, Anagha Pradhan y el equipo de Dilaasa